domingo, 16 de mayo de 2010

El Predicador de siempre y de hoy





Tenemos que partir de una persona, que encarno el verdadero modelo del predicador él es, Jesús de Nazareth, y este anunciador de la palabra del Padre Dios, cumplió con la misión que Dios le había encomendado, y la perfecciono dando su vida por cada uno de nosotros, en la cruz, signo de salvación de la humanidad.
Hoy en día se nos presentan en contexto medio diferentes modelos de predicación, pero que se tornan en ocasiones distractores, que confunden el verdadero mensaje de Jesucristo, y transforman la palabra que es viva y eficaz en su propio beneficio, para satisfacer sus necesidades.

Por otro lado ¿a quién consideramos los predicadores del siglo XXI? La conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe reunido en Aparecida Brasil, invita a todos los fieles católicos a unirse en la misión continental que ellos han planteado para hacer eco de las necesidades de nuestras gentes, del conocer más de Jesús, su mensaje liberador, palabra que da nueva vida, que está llena de verdadera esperanza.

Esta Misión está dirigida a todos, sin ninguna excepción, están incluidos tus padres, amigos, vecinos y tú, también tienes tu lugar allí, ¿Qué estás haciendo tú? Para ayudar en la construcción del Reino de Dios, pero te digo una cosa, la predicación no es solamente como la entendemos hoy en día, el sacerdote subido en un pulpito hablando de Dios no, la predicación implica elementos que te rodean, personas con las cuales tú te relacionas, tus conversaciones las cuales construyen un proyecto de vida. Todos a nuestra manera somos propagadores del evangelio, de esa predicación a la cual estamos llamados, el médico es predicador desde la medicina, porque está función en la curación de dolencias y enfermedades, el maestro enseña a sus estudiantes, los padres de familia trasmiten los valores éticos y morales a sus hijos, el taxista presta un servicio y la forma como lo hace predica, y así nos podríamos quedarnos dando ejemplo, en definitiva en la misión de la predicación estamos todos, y de la misma forma podemos decir que la predicación no tiene límites, fronteras, ni un espacio determinado, por ello Jesús resume toda la misión diciendo: “Id y anunciad el evangelio a todas las naciones”.

Por nuestra parte como dominicos que nos llamamos la ORDEN DE LOS PREDICADORE, pues este emblema debe ser para cada uno de nosotros “nuestra razón de ser”, nuestra identidad; aquí quiero hacer un profundización con las palabras de nuestro hermano dominico Felicísimo Martínez, cuando habla de la predicación:
“la predicación es, en el proyecto fundacional de Domingo, el medio especifico para servir al fin último de la misión pastoral de la iglesia: la salvación de los hombres. El anuncio de la palabra es la primera y esencial actividad pastoral de la Iglesia. Fides ex auditu. Anuncio del Kerygma, fe en el evangelio de Jesús, bautismo en el nombre del Señor Jesucristo para la remisión de los pecados: éste es el proceso de nacimiento de la Iglesia, de la incorporación a la comunidad cristiana, de cualquier renovación o reconstrucción de la comunidad cristiana”.

Para explicar la razón de ser del dominico referente a la predicación, nos dice Fray José Luis de Miguel O.P. “Para nosotros, los dominicos, el equivalente de la palabra “hablar” es “Predicar”. Lo que nos especifica es la predicación. Esta no es simplemente un aspecto de nuestra vida, aunque sea el esencial, el terminal; es el alma, el corazón que bombea, inspira y organiza todo lo que somos y lo que hacemos”. Pues bien hermanos aquí está bien definida la misión de nosotros los predicadores, solo nos queda revisar en el interior de nuestro corazón si estamos cumpliendo con ese encargo de Jesús en primer lugar y con el ideal de nuestro padre Santo Domingo de Guzmán, el orar y predicar por la salvación de los hombres.